Aunque a menudo se utilizan de manera intercambiable en el lenguaje hablado, existe una diferencia específica e importante entre los aceros inoxidables 316 y 316L, que se relaciona principalmente con su composición química y sus consecuencias para ciertos procesos de fabricación, especialmente la soldadura. Ambos son aceros inoxidables austeníticos que contienen molibdeno y se caracterizan por una mayor resistencia a la corrosión en comparación con el grado 304.
La principal diferencia radica en… Contenido de carbonoEl ‘L’ en… 316L “Low Carbon” significa “Bajo Emisiones de Carbono”.
Todas las demás composiciones elementales (cromo, níquel, molibdeno, etc.) son esencialmente iguales o tienen rangos permisibles muy similares para ambos grados.
El menor contenido de carbono en el acero 316L es crucial para aplicaciones que involucran... weldingCuando los aceros inoxidables austeníticos como el estándar 316 se calientan a un rango de temperatura específico (aproximadamente de 425-870 °C o 800-1600 °F), por ejemplo durante el proceso de soldadura o en ciertas condiciones de servicio a altas temperaturas, el carbono puede combinarse con el cromo para formar carburos de cromo en los límites de grano. Este proceso se denomina… Sensibilización.
La sensibilización agota el cromo de las zonas adyacentes a los límites de grano, reduciendo significativamente la resistencia a la corrosión en estas áreas. Esto hace que el material sea susceptible a la corrosión intergranular (corrosión a lo largo de los límites de grano), especialmente en entornos corrosivos. El acero estándar 316, debido a su mayor contenido de carbono, es más propenso a sufrir sensibilización durante el proceso de soldadura.
Al reducir drásticamente el contenido de carbono a un máximo del 0.03%, el acero inoxidable 316 minimiza la formación de carburos de cromo durante el proceso de soldadura. Esto significa que… 316L Puede ser soldado sin un riesgo significativo de sensibilización y posterior corrosión intergranular, manteniendo así su excelente resistencia a la corrosión en el estado después del sellado. En el caso del acero inoxidable 316 estándar, es posible que se requiera un tratamiento térmico posterior al soldado (recocido) para disolver de nuevo los carbonatos y recuperar la plena resistencia a la corrosión; sin embargo, esto suele ser impráctico o costoso.
En resumen, aunque ambos… Acero inoxidable 316 El acero 316L ofrece una excelente resistencia a la corrosión gracias al molibdeno; además, está diseñado específicamente para reducir los problemas de sensibilización durante el proceso de soldadura, debido a su menor contenido en carbono. Para cualquier aplicación que requiera soldadura y donde sea crucial mantener la máxima resistencia a la corrosión, el acero 316L es la opción preferida.