En primer lugar, es necesario establecer un concepto claro: el acero inoxidable no es realmente “inmóvil” (resistente al óxido) a largo plazo. El mecanismo de prevención de la oxidación en el acero inoxidable consiste en que los elementos de la aleación forman una película de óxido densa que aísla el contacto con el oxígeno, evitando así la continua oxidación del material.
Posibles causas del óxido en el acero inoxidable:
Los iones de cloruro están presentes en el entorno de uso del acero inoxidable. Estos iones se encuentran de manera generalizada en sal, sudor, agua de mar, brisa marina, suelo, entre otros. En presencia de iones de cloruro, el acero inoxidable se corroe rápidamente, incluso más que el acero de bajo carbono común. Por lo tanto, es necesario cumplir ciertos requisitos en cuanto al entorno de uso del acero inoxidable; además, debe ser limpiado con frecuencia para eliminar el polvo y mantenerlo en buen estado (si esto no se hace, se puede considerar un “uso inapropiado”). Aquí hay un ejemplo en los Estados Unidos: una empresa utilizó un contenedor de madera de roble para almacenar una solución que contenía iones de cloruro. Debido a que el material del contenedor no era lo suficientemente resistente, el acero inoxidable se corrió y el contenedor comenzó a filtrar después de solo 16 días desde su reemplazo.
2. No se realiza ningún tratamiento térmico posterior a la fundición. Los elementos aleantes no se disuelven en la matriz metálica, lo que conduce a un bajo contenido de aleación en dicha estructura y a una deficiente resistencia a la corrosión.
Este material libre de titanio y niobio tiene una tendencia inherente a la corrosión intergranular. La adición de titanio y niobio, junto con un tratamiento de estabilización, puede reducir dicha corrosión. Se trata de una acero de alta aleación capaz de resistir la corrosión en el aire o en medios químicamente agresivos. Acero inoxidable Presenta una superficie hermosa y una buena resistencia a la corrosión. No requiere tratamientos superficiales como el chapado de color; en cambio, mantiene las propiedades inherentes del acero inoxidable. Se utiliza en muchos tipos de acero, comúnmente denominados aceros inoxidables. Un ejemplo representativo es el acero de alta aleación, como el acero al cromo 13. Acero de níquel-cromo 18-8.