La razón por la cual las propiedades de formación de las placas de acero inoxidable de diferentes tipos varían significativamente es…



El rendimiento de formado de las placas de acero inoxidable varía considerablemente en función del tipo de acero utilizado. Esto se debe a las diferencias en sus estructuras cristalógicas. Por ejemplo, las propiedades de formado del acero inoxidable ferrítico y del acero inoxidable austenítico son muy distintas; la estructura cristalina del primero es cúbica centrada en el cuerpo (body-centered cubic), mientras que la del segundo es cúbica centrada en las caras (face-centered cubic). Por lo tanto, es lógico que sus propiedades de formado también sean diferentes.

El rendimiento en la formación de bridas de acero inoxidable ferrítico está relacionado con el valor “n”, mientras que el rendimiento en el procesamiento de estirado profundo está relacionado con el valor “r”. El valor “r” se determina por diferentes estructuras microscópicas obtenidas mediante distintos procesos de producción. La utilización de ciertas medidas para reducir significativamente la cantidad de carbono y nitrógeno en la solución sólida puede optimizar en gran medida el valor “r” y mejorar considerablemente las propiedades del acero inoxidable en procesos de estirado profundo.

En general, los aceros inoxidables austeníticos presentan un valor “n” relativamente alto. Durante el proceso de mecanización, se forma martensita debido a una transformación de fase inducida por deformaciones plásticas; por lo tanto, estos aceros tienen un alto valor “n” y una buena capacidad de alargamiento, lo que los hace idóneos para operaciones de estirado profundo y formación de bridas. Sin embargo, algunos aceros inoxidables austeníticos pueden desarrollar grietas longitudinales que siguen la dirección del estampado después de ser sometidos a estirado profundo; estas grietas se conocen como “grietas por envejecimiento”. Para evitar este problema, el uso de aceros inoxidables austeníticos con alto contenido de níquel, bajo contenido de nitrógeno y bajo contenido de carbono puede ser muy efectivo.

El elemento níquel contenido en los aceros inoxidables austeníticos puede reducir significativamente la tendencia al endurecimiento por trabajo en frío del material. La razón es que fortalece la estabilidad de la estructura austenítica, disminuye o elimina la transformación a estructura martensítica durante el trabajo en frío, y reduce el riesgo asociado a este proceso. Como resultado, la tasa de endurecimiento disminuye, la resistencia del acero aumenta y su plasticidad mejora.

Aumentar el contenido de níquel en los aceros inoxidables dobles disminuye la temperatura de transformación martensítica, mejorando así las propiedades de deformación en trabajos a bajas temperaturas. Al evaluar la formabilidad de las placas de acero inoxidable, se utiliza generalmente el “rendimiento integral de formabilidad” como indicador. Este rendimiento incluye la resistencia a la fractura, la capacidad de estirado profundo, la capacidad de formación de bridas, la capacidad de extensión de bordes y la capacidad de doblado; estos parámetros reflejan el límite de deformación, la resistencia a las arrugas (que indica la compatibilidad entre el molde de formado y el material) así como la fijación de la forma una vez aplicada la carga.
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