Comencemos por el acero inoxidable y el acero inoxidable austenítico. El “acero inoxidable” al que generalmente nos referimos es, en realidad, el nombre completo de “acero resistente a los ácidos”; para evitar que el acero se oxide, basta simplemente agregar ciertas impurezas metálicas para convertirlo en un acero aleado (por ejemplo, añadiendo cromo).
Pero no se oxida; eso solo significa que no será corroído por el aire. Sin embargo, su resistencia todavía es insuficiente. Por lo tanto, también necesitamos que sea resistente a la corrosión química, y así surgió el acero inoxidable resistente a los ácidos.
Si deseas realizar algo… Acero inoxidable y resistente a ácidosEs necesario utilizar muchos tipos de metales; para ser directos, existen distintas fórmulas para su fabricación. Solo hay tres tipos comunes de acero inoxidable: el acero inoxidable martensítico, el acero inoxidable ferrítico y el acero inoxidable austenítico.
Entre ellos, el acero inoxidable austenítico presenta el mejor rendimiento general y no tiene propiedades magnéticas, por lo que es el más utilizado en nuestra vida diaria; los tipos 304 y 316 pertenecen a la categoría de aceros inoxidables austeníticos.
Hablemos sobre las diferencias entre los códigos de respuesta 304 y 316. La composición del acero inoxidable es la misma que la nuestra. Controlar el tipo y la cantidad de los diferentes condimentos puede cambiar el sabor de los platos. Las impurezas en el metal actúan como “condimentos”; la resistencia a la corrosión, por su parte, representa el “sabor” final del producto.
304 y 316 Existen dos tipos de recetas para el tratamiento del metal. La primera ha sido implementada con gran éxito y su capacidad anti-corrosión es muy elevada. Según los estándares nacionales, este tipo de metal se considera de “calidad alimentaria”; por lo tanto, no presenta problemas en contacto habitual con agua, té, café, leche, aceite, sal, salsa, vinagre, etc.
Acero inoxidable 316 Es una mejora adicional sobre esta base (controlando la proporción de impurezas y añadiendo molibdeno), lo que resulta en una mayor resistencia a la corrosión. No obstante, los productos más avanzados suelen ser más costosos, al menos en el caso de los metales. Por ello, el precio del acero 316 también es más elevado.
Para el acero utilizado en la industria alimentaria, el tipo 304 es más que suficiente, y casi no presenta defectos; el uso del tipo 316 en este caso es puramente excesivo. Además, el hecho de que el tipo 316 sea más resistente que el tipo 304 no se refleja en absoluto en las prestaciones del producto final.
Como dice el refrán, para evitar desperdicios, los diferentes entornos de aplicación deben elegir acero inoxidable de distintos materiales.